Acabamos de conocer la confirmación de la noticia a tenor de la cual el Consejo de Ministros celebrado en el día de hoy ha aprobado, tras un injustificado tiempo de espera, el acuerdo que establece oficialmente la correspondencia del Título de Diplomado Universitario en Enfermería, al nivel 2 del MECES. Esta satisfactoria noticia se produce hoy como inequívoca consecuencia de las presiones ejercidas por la Mesa de la Profesión Enfermera desde el inicio de las conversaciones llevadas a cabo con el Ministerio de Educación intensificadas, como es sabido, en las últimas semanas y, más aún, en los últimos días.
Se trata, como saben del definitivo establecimiento de dicha correspondencia, tanto a efectos académicos como profesionales.
- Efectos académicos: los inherentes a la obtención de los títulos oficiales que conforman el Sistema Universitario Español y que permiten la prosecución de estudios en el mismo o diferentes niveles educativos del Sistema Educativo Español.
- Efectos profesionales: aquéllos proporcionados por los títulos universitarios oficiales que permiten el acceso al ejercicio de alguna de las profesiones reguladas.
La solicitud de las correspondientes certificaciones no podrá iniciarse hasta tanto no haya sido publicado este acuerdo en el Boletín Oficial del Estado.
Esta noticia, sin duda muy positiva para la profesión enfermera, se produce cuando nos encontramos inmersos en una situación verdaderamente crítica propiciada por un Gobierno que, aunque así lo quisiera, no podrá desviar ni un ápice nuestra atención del foco en el que nos encontramos en este momento: la regulación de la prescripción enfermera en los términos pactados y legalmente incorporados al Real Decreto ilícitamente aprobado –de forma extemporánea- por el Consejo de Ministros del Partido Popular.
Por lo tanto, compartiendo como es lógico la satisfacción del deber cumplido, también en esta cuestión aprobada en el día de hoy, tal satisfacción no atenúa ni nos aleja un solo milímetro el empeño, la intensidad y el desarrollo íntegro del proceso puesto en marcha por la Mesa de la Profesión de cara a la consecución del objetivo que nos devuelva la dignidad pretendidamente negada por el mismo Gobierno que hoy, “casualmente”, aprueba este acuerdo.