El 18 de febrero se conmemora el Día Mundial del Cáncer Infantil, una fecha dedicada a sensibilizar sobre esta enfermedad y a destacar la necesidad de mejorar la atención y la investigación para aumentar las tasas de supervivencia y mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes afectados.
El cáncer infantil es una de las principales causas de mortalidad en la infancia, pero los avances en la investigación han permitido que la tasa de supervivencia supere el 80 % en muchos países. Sin embargo, la realidad es diferente en regiones con menos recursos, donde el acceso a tratamientos especializados sigue siendo un desafío. La inversión en investigación oncológica pediátrica es clave para desarrollar tratamientos más eficaces y menos agresivos, así como para mejorar el diagnóstico temprano.
Además de la ciencia, el cuidado integral es fundamental en el tratamiento del cáncer infantil. En este contexto, las enfermeras y los enfermeros desempeñan un rol esencial, brindando atención especializada, acompañamiento continuo y apoyo tanto a los pacientes como a sus familias. Su labor en el control de síntomas, la atención paliativa y la humanización del tratamiento es indispensable para garantizar una atención de calidad.
En este Día Mundial del Cáncer Infantil, es fundamental reconocer el esfuerzo de los profesionales de la salud, apoyar la investigación y reforzar la importancia del acceso a tratamientos equitativos en todo el mundo. Porque cada niño merece la oportunidad de un futuro saludable.